Wednesday, May 16, 2007

La chica guapa y angelical del video "The Test" elige quedarse flotando en medio de las profundidades del océano en vez de "volver" a la fiesta electrónica. Yo solía volver a los mismos lugares tanto a pie como cerrando los ojos. Ahora sólo me queda esta última opción.

Si la muerte es un quedarse flotando suspendido en los momentos felices yo me quedaría eternamente, uniéndome a la cohorte de fantasmas que pueblan ahora esta ciudad. No sería el fantasma feliz que describe Tori en su mansión, sino que sería uno de esos espectros ominosos y tristes como el Fantasma de Canterville, un alma inferior, de esas que se quedan estancadas y atadas para siempre a los lugares que les otorgan calor.

Tejo mundos sueños en lapiz carbón y ceros y unos que se vuelven letras, y en la vigilia, los destruyo movido por el hervor de mi sangre y la rigidez de mis castillos en el aire. Vuelvo a sonar quejumbrosamente adolescente aunque con un poco más de prosa en la médula.

Si morirme significa quedarse en mi construcción y romper el velo de la ilusión, bienvenida sea.