Tuesday, May 16, 2006


El Poder

El yo expresado como una corriente que asciende al infinito sin medida ni mesura, limitado sólo por la imaginación, el viejo arquetipo romántico convertido en el estandarte del capitalismo agresivo y despiadado que horada la superficie del planeta y la voluntad de aquellos que no son tan fuertes como para oponerse a su tiranía feroz.

Desde que aprendemos a respirar comenzamos a forjar nuestra identidad. Nuestro nombre, nuestras características distintivas, nuestras fortalezas y debilidades. Luego, entramos en contacto con los otros (aunque la tecnología y la delincuencia provoca que esos contactos tempranos se circunscriban cada vez más a espacios cerrados y fijos) y esa identidad se confronta a otras. En esos primeros contavctos no nos impulsa nada más que la curiosidad. NO existen clases sociales, ideologías, religiones ni siquiera sexos que nos separen. Todos somos uno.

A medida que crecemos nos vamos diferenciando. Todas esas influencias socioeconómicas, culturales, políticas, sociológicas, antropológicas, sistémicas, culturales, y un largo etétera que nos rodean entran en juego y nos separan irremediablemente de la tribu, un proceso sin duda natural y enriquecedor para el hombre, pero que sin embargo actualmente llena a la juventud de dudas y angustias. POrque partiendo por el colegio nos obligan a ser "más que" a ser agresivo, a competir, como si se tratase de una selva. Esa eterna y constante competencia es tan salvaje que nos llena de angustia y de inestabilidad: la fuente de todas las lacras sociales, tales como la violencia, el hedonismo, la disarmonía, las perversiones y las neurosis urbanas. En ese contexto nacen las tribus urbanas: unidades sociales en torno a las cuales nos sentimos protegidos, sustitutos comerciales de las antiguas tribus o clanes nucleares que unifican a diversos sectores en torno a una imagen determinada, asociada a un producto, a un estilo de vida, a un entorno controlado en donde se comparten ciertos códigos. También en ciertos sectores del planeta nace una conciemncia reunificadora, que concibe la identidad como variaciones tonales de la misma vibración, es decir, pequeños fractales individuales e únicos que sin embargo comparten ciertos patrones fundamentales.

Porque muchas personas cuestionan el modelo selvático-artificial dentro del cual vivimos, de muchas maneras distintas y hasta divergentes unas de otras. Varias personas aspiran a un cambio, a trabajar por un objetivo, ya sea a nivel macro o micro, no importa, da lo mismo...y algunas de ellas validan el poder como forma de lucha.

En este momento (incluso en mis palabras) se manifiesta el ego...es casi inevitable que en algun momento uno se instaure como juez y jurado e imponga su visión, desde la premisa (errónea) de que "mi" visión es más válida que la del resto. Allí está el peligro...creo yo. Y si bien combatir fuego contra fuego es una opción válida, se corre el riesgo de convertirse en un incendio tan devastador o peor que el que intentamos apagar. Mi mensaje de hoy es "cuidado". Hay otras herramientas....esta la tierra...el agua...el aire....

Una última cosa: lo único que el poder no puede conquistar es al amor, un verdadero cambio de switch debe necesariamente contemplar al amor y la integración.